sábado, 26 de noviembre de 2011

Capitulo 5 : La confesion de Nikki

Se despertó a las 7:45.
  • ¿Qué ocurre? – grito Kinni alterada.
  • Ah. No es nada. Es un sello que creé que te despierta a la hora que quieres. Un despertador vampírico. Tenemos 15 min antes de reunirnos con Nikki, ¿como es que seguís separadas?
  • Supongo que porque estamos en 2 dimensiones diferentes. Cuando la vea seguro que me uniré a ella.
Mientras tanto Nikki…
Pipipi…Clack”
  • Sí. Ya me levanto.
Ambas se vistieron y desayunaron antes de verse en la entrada de la casa de esta junto con Zafira, Esban y Fernando.
Todos llegaron a clase y una mala sensación recorrió su cuerpo. Había un profesor nuevo que no les daba buenas vibraciones. No parecía normal ni olía normal.
Ya no se trataba de si parecía raro. Nikki empezaba a ver dónde no había. Se intentó convencer de que todo era normal.
El nuevo profesor llamado Guillermo la miró cuando llego a clase.
  • Buenos días clase – saludó él.
Especialmente a ti Nikki” oyó ella en su mente y lo miró.
Él no lo había dicho en alto pero lo había oído.
En el recreo intentaría hablar con todos.
  • Oídme chicos. Hoy en clase oí como el profesor dijo algo pero no estaba hablando y cuando miré me sonrió burlonamente. Se estaba riendo de mí.
  • Son solo imaginaciones tuyas Nikki – dijo Fernando.
Zafira y Esban no estaban seguros.
  • Deberíamos comprobarlo – dijo Esban.
  • No creo. Nikki ha estado expuesta a cosas muy raras desde la pérdida de memoria. Solo está cansada.
Nikki se enfadó y decidió cambiar con Kinni.
  • Nos vamos. Pensad lo que queráis pero Nikki decía la verdad. Mira que no creerla – dijo Kinni mientras se marchaba
Zafira la siguió.
  • Tranquilízate Kinni – dijo Zafira cuando ya estaban lejos.
  • No. Esta shockeada por todo esto. No recuerda que es vampiro y menos que tiene parte Nekko y ahora cree que está loca. No podíais hacerla caer más bajo.
  • Ya lo sé. Yo la apoyo. No mentiría ni se lo imaginaria.
Kinni se tranquilizó un poco.
  • Ya lo sé y lo siento. ¿Podrías hacerme un favor?
Él asintió y no dijo nada más.
  • Bien. Dile a Fernando que viste a Nikki fatal por que no la creyó. Que todo es su culpa.
No sabía que decir ante eso. Estaba mudo. Nunca la había visto tan mala con alguien, que no fuese ella misma, aparte de cuando luchó contra ella.
  • ¿Para que quieres que lo haga?
  • Tú y yo somos como Nikki y él. No se dan cuenta pero ella se siente mal por él. Ahora mismo ella me está pellizcando para que no lo diga. Haz que se sienta culpable.
  • ¿Que somos iguales? ¿Sienten los mismo?
  • Sí. Ahora vete por favor cielo. Yo voy para mi dimensión para que Nikki se desahogue un rato. Nos vemos luego. Eres el único que podrá abrir y pasar nuestra puerta.
Ella estaba muy disgustada. Fernando no la creía.
Zafira volvió con ellos. Todavía estaban en el mismo lugar que antes de irse.
Ellos no sabían lo que había ocurrido mientras estaban ausentes.
  • ¿Qué ocurrió?
  • Nada. Solo una cosa – dijo con sarcasmo – A Nikki le sentó fatal que no la creyésemos. Ahora está en su habitación en su dimensión. Solo abrirá un portal para Esban y para mí. Se lo tomó bastante mal.
Ellos corrieron hasta una zona segura. En ese lugar no podían abrir un portal.
  • Nikki, Nikki. Déjanos pasar – dijo Esban.
Nikki hizo lo que el pidió. Abrió un portal y Fernando intentó traspasarlo pero una barrera se lo impedía.
La paciencia de este se agotó. Se comportaba como una niña y era hora de que madurase. La barrera se rompió en mil pedazos entre sus manos.
De la nada apareció una chica que ninguno de ellos conocía. Esta doblegó a Fernando antes de que pudiera entrar.
  • Se acabó este juego de “voy a ir con ella y entrará en razón”. Déjala. Ahora necesita estar sola. Ya me encargaré de que sepa mejores sellos para la próxima. Apártate. – dijo ella.
Él no se rendiría así como así.
  • ¿Como te atreves? ¿Quién eres?
La chica hizo una señal a Esban y Zafira de que entrasen
  • Soy Logic, tu sabiduría. Ya puedes mostrar más respeto. Tú existes gracias a mí.
El trío se quedó petrificado ante su respuesta.
  • Eh…yo…yo lo siento mucho… – dijo Fernando tartamudo.
  • Bien. Si te queda claro no entraras en esta casa.
Él asintió no sabiendo que más decir.
Esban y Zafira entraron en la casa. Zafira entró en la habitación de Nikki pero le contestó Kinni.
  • Ya logré que descansase dentro de mí. ¿Que ocurrió con Fernando? Él rompió la barrera pero no se unió a vosotros.
Él respiro profundo para ver como se lo iba a explicar.
  • Logic lo detuvo. Ya sabes, la sabiduría lógica.
  • Por eso no respondía a mi llamada.
Logic volvió a la casa y antes de entrar en el cuerpo de su dueña les explicó todo.
  • Fernando se ha quedado preocupado. ¿Estas segura de lo que haces?
  • Sí. Se lo merece. Sabe que Nikki es frágil.
Él traspasó el marco de la puerta antes de responder a lo que Logic acababa de decir.
  • Ya sé que es frágil pero no pensé que tanto.
  • ¡Fuera! ¡No te quiero aquí! – dijo Kinni a gritos mientas le cerraba la puerta en la cara.
  • ¡Abre! ¡Quiero hablar contigo! ¿Que pasa?
Kinni gritó tanto que Nikki despertó.
  • ¡Kinni! ¡Déjame hablar con Nikki!
Nikki abrió la puerta y él la agarró para que no huyese.
  • No te iras.
  • ¡Suéltame!
El no lo hizo.
  • ¡Que me sueltes! – repitió ella.
Fernando hizo lo que ella dijo.
  • Si no lo entiendes no tenemos nada de qué hablar.
Nikki dio media vuelta y se volvió para decir algo antes de irse.
  • No se lo digáis. Lo digo por vuestro bien – dijo enfadada.
Se fue a su habitación y cerro por dentro.
Al cabo de 2 horas salió la luna y Kinni se separó de ella y salió de la habitación cabizbaja. Lo bueno que tenía la luna llena es que duraba varios días.
Saludó a Fernando que parecía en mismo estado que ella.
  • Hola. La cosa no parece mejorar. Lo siento. Bueno… ¿y tú qué? ¿Descubriste algo o sigues atolondrado?
  • La segunda me temo. No logro entender a lo que se quería referir.
Fernando decepcionado consigo mismo decidió ir a dar un paseo. Necesitaba ir a refrescar su mente.
Logic le dio un collar con un anillo.
  • Úsalo bien. Si sabes cómo permanecer tierno, dulce y bueno, él sabrá como recompensarte.
Fernando no sabía lo que decía pero sabía que tenía que ver con Nikki. De eso estaba seguro y por ella también sabía que no debía preguntar. Continuó su camino.
El agarró el anillo y sin darse cuenta empezó a pensar en lo ocurrido. Se sentía culpable. Era su culpa aunque no sabía porque ni que había hecho.
El anillo cambió a un libro como consecuencia de los sentimientos de Fernando.
El libro era del tamaño de una mano. Era como una biblia.
Él lo abrió.
Como puede ser tan insensible. No sabe cómo me siento. Es horrible”
Fernando se quedó boquiabierto. ¿Que ocurría?
Cerró el libro. En la portada ponía. “El amor por los sentimientos”. ¿Que mostraba el libro?
El libro debía de mostrar sentimientos.
Mientras agarraba el libro pensó en el libro y lo abrió de nuevo.
Solo muestro los sentimientos sentidos no los que se sentirán. Si quieres verme sincera tu corazón”
El libro desapareció.
No quería que desapareciera y tampoco sabía cómo hacer que volviera.
Si quieres verme sincera tu corazón”
Esas palabras resonaron en su mente.
  • Por favor. No puedo vivir sin Nikki. La sabiduría solo la acepta a ella.
Al principio apareció el libro pero rápidamente volvió a desaparecer. No estaba siendo completamente sincero.
Fernando lo volvió a repetir pero no volvió a aparecer.
Delante de él apareció una chica. Su hermana. Era una proyección astral. Ella no estaba allí.
  • Esos no son tus verdaderos sentimientos. Preguntare una cosa: “¿Podrías vivir si ella muere?”
  • ¿Vivir si ella muere?”
  • Sí. ¿Podrías? – insistió ella.
  • Yo…yo… – dudo él.
El libro apareció nuevamente en su mano.
  • Él ya llegó pero no te mostrará nada hasta que no puedas responder esa pregunta.
  • Yo creo que no. No podría existir y seguir viviendo si ella no está aquí – aceptó él.
  • ¿Por que? Solo dame la respuesta correcta y podrás saber todo de Nikki. Ese libro dice todos los sentimientos de… – se interrumpió ella.
  • ¿De qué?
  • Responde.
  • No lo sé.
  • Yo no te puedo ayudar más. Si no me contestas pronto perderás toda oportunidad de recuperarla.
Estaba serio y dubitativo. Sabía la respuesta pero no lo podía admitir.
  • Yo…creo que…la amo
  • ¿La amas? – preguntó ella para confirmarlo.
  • Puede. No lo sé. – contestó desesperado
  • Si tu corazón duda el libro también lo hará.
  • Yo… – respiró hondo. – ¡No dudo!
Fernando lo abrió aún más desesperado que antes por hallar una respuesta.
El libro mostraba muchas cosas. Estaba completamente escrito.
  • Toca el libro y podrás encontrar cualquier cosa que pase por su mente.
Lo tocó. Se abrió por la página 62.
Los pensamientos actuales”
  • No le importo nada. Yo no puedo estar sin él y en cambio él ni siquiera piensa en mis sentimientos.”
A Fernando se le bajó la moral a los suelos. Nikki creía que a él no le importaba nada.
Salió corriendo.
Llego a la casa de Nikki en unos segundos.
Llamó a la puerta de su habitación.
  • Nikki. Necesito hablar contigo.
Nikki abrió la puertas y entró corriendo cerrando la puerta tras de sí.
  • Ya lo sé. Ya lo sé. – gritó.
Kinni y Logic abandonaron el cuerpo de Nikki y salieron.
  • ¿Que sabes?
Corrió junto ella y la abrazó.
  • Porque estas tan a la defensiva. Lo 1º es porque no te creí y lo 2º es…esto…porque…te gusto.
Nikki no pudo evitar sonrojarse. No esperaba que lo descubriese tan pronto por lo menos.
Fernando no iba a dejar pasar una oportunidad tan clara. La agarró y la besó mientras la sostenía entre sus brazos.
Ella se puso más roja todavía. Nikki estaba demasiado nerviosa para continuar así.
  • ¡Para!
Nikki lo apartó. Estaba sofocada.
  • ¿Como sabes eso?
  • Eso me lo dijo – dijo señalando el anillo que colgaba de su cuello.
Ella maldijo por lo bajo pero tan alto que lo oyó Fernando.
  • No es posible. Eso me lo enseñó un día Logic. Solo muestra lo que siente y piensa la persona… No me lo creo. Déjamelo.
  • Ella me lo dio y dime que muestra exactamente. Tu hermana no me lo dijo. Te lo dejo pero dímelo.
Cuando él se lo sacó y se lo iba a dar el anillo habló :
  • ¿Regalo, intercambio o préstamo?
  • Préstamo de una pregunta o búsqueda.
  • Correcto amo.
El anillo apareció en la mano de ella.
Nikki pensó en Fernando y el libro se abrió por una página en blanco.
  • Pensamientos, sentimientos, necesidad, ambición.
Pronto empezaron a aparecer letras e imágenes en la página.
  • Oh. – dijo riéndose Nikki – Bonito sueño. Fíjate que hacías de pequeño el día 14 de Febrero de 2º de la Eso en tu cuarto a las 10.
  • ¿Qué? ¿Qué ocurre? – preguntó curioso.
  • Nada. Parece que no lo recuerdas. Ese día era de noche y estabas solo en tu cuarto con una foto mía de cuando era pequeña haciendo cosas “raras” mientras mirabas mi foto y pronunciabas de una manera muy sexy mi nombre.
Fernando se sonrojó hasta las orejas con esta afirmación.
  • Eso no ocurrió. No lo recuerdo. Es imposible.
  • Parece ser que esa foto se la di a mi hermana antes de que me borraran la memoria. El libro me lo dice y ella te la dio para que me reconocieses pero por causas desconocidas para el libro no lo recuerdas y la foto fue destruida.
El libro se cerró y volvió con su dueño.
  • Necesito pedirte algo. Pídele al libro que te de esa foto. La quiero conservar. En ella aparezco con mi hermana.
  • No sé si se podrá hacer una copia pero lo intentaré.
Buscó esa foto y también vio algo increíble. Ella en aquel entonces era preciosa.
  • Concéntrate. Concéntrate – se dijo el a sí mismo.
Intentó sacar la foto y por poco no lo logra.
No solo sacó una sino dos.
  • Una para ti y otra para mí.
  • Uhi, ¿para que la quieres?
  • Como recuerdo – dijo el enfurruñado.
Se acercó y lo abrazó. Tenía una mirada dulce e inocente y el no pudo evitar reaccionar. Era un hombre. Era así.
Ella se rió por lo bajo y empezó a frotársela.
Él la miró sonrojado.
Lo ocurrido dejó ver una carita de deseo. Se estaba excitando tanto que casi…bueno solo casi.
Ella paró y él la miró confundido.
  • Lo siento. No es el momento ni el lugar.
Nikki intentó apartarse. Solo lo decía para tentarlo pero no creyó que tanto.
Él la agarró por la cintura y la abrazó con mucha fuerza. Tras eso la besó apasionadamente
  • Tanto me deseas ?
Se quedó de piedra. No podía moverse.
  • Lo que quieras solo pídelo.
Eso lo puso peor.
  • Yo…no…
  • Bueno da igual – dijo Nikki perdiendo la paciencia pero sin malhumorarse.
Fernando se sobresaltó. No parecía querer parar pero tampoco era capaz de pedirlo.
Ella suspiró y se rindió a los encantos de este niño tímido.
  • Solo di que no quieres que me valla y el resto déjamelo. Yo pido pocas cosas pero sin algunas no quiero vivir.
  • No…No te vayas – dijo entre susurros.
El ánimo de Nikki había cambiado mucho desde que había descubierto lo que sentía.
Nikki dio la vuelta.
  • Oh. Ya vas aprendiendo. Iba siendo hora – dijo juguetona.
Ella lo estaba avergonzando adrede. Le gusta el control. No podía evitar estar encime de ellos y controlarlos hasta que suplicaban que ella los mimase. Esa parte de ella había salido en ese momento.
Nikki se acercó a él, le quitó la camisa del uniforme y lo tumbó en la cama. Tras eso insonorizó la habitación.
  • ¿Que quieres que haga primero?
  • Pues…decide tu – dijo cerrando los ojos rápidamente.
  • Ok. No te quejes.
Ella puso la mano sobre su pantalón.
También estaba siendo tentada por semejante cuerpo. No podía creer que fuera totalmente suyo. Se dio cuenta de que aunque no lo fuera aun podía serlo pronto.
Nikki decidió no hacer nada y ser un angelito por ahora. Se tumbó encima de él y lo abrazó como si fuese un osito amoroso.
  • Creo que por hoy no haré nada. Se está demasiado cómodo así.
Nikki apoyó la cabeza sobre su corazón para poder oír sus latidos.
  • Que rápido va. A saber que imaginabas que haría. Kiuuuuuu. – dijo volviendo a apoyar la cabecita.
De pronto alguien llamó a la puerta.
  • Nikki, ¿ya os habéis matado o lo habéis arreglado? – dijo Kinni.
Ambos se arreglaron y abrieron la puerta.
  • Después de mucha discusión lo arreglamos. – dijo Nikki sonriente.
  • Me alegro. – contestó su hermana.
  • Ya tendremos que unirnos. Se está por acabar la luna llena.
  • Mejor mañana. – dijo Kinni – Quiero dormir con Zafira.
Nikki asintió y la dejó irse.

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