A la mañana siguiente...
Todos volvieron a casa de Nikki y Sacros vio a Logic a través del portal.
Kinni y Zafira se habían ido para crear su nidito de amor junto con Empireia y Esban.
En la casa solo quedaban Nikki y Fernando.
Tras tanto alboroto volvió la calma o eso creía Nikki.
Pasados unos días, Nikki volvió a la escuela. Estaba como siempre.
Llegada la hora volvió a casa.
De camino vio que alguien la seguía. Él o ella era muy rápido, tanto que la agarró por detrás y ella no lo vio.
- ¿Eres Nikki?
- Si – dijo intentando soltarse.
- Bien. Dame el collar de Michilo.
- Me niego – dijo rotundamente.
El chocó busco en su cuello y encontró el collar.
Al intentar sacárselo se quemó y se cayo hacia atrás.
Nikki se dio la vuelta y lo vio de frente.
Era un niño de alrededor de 15 años.
Tiene el pelo negro carbón y los ojos color jade con brillos zafiro.
Era un híbrido de nekko y vampiro
Tenía colmillos pero también orejas y cola de gato.
Antes de que pudiese levantarse lo agarró de la cola y tiro.
- ¡Miau!
- ¿Seras bueno o tendré que hacerte daño?
- ¡No! ¡Seré bueno! - grito como un niño.
- Bien. ¿Qué quieres?
- El collar. Lo necesito para ocultar los colmillos, las orejas y la cola.
- Vale. Te lo daré pero como fue creado por mi no te lo podrás quitar.
- Si. me parece bien – dijo el niño incrédulo.
- A cambio solo quiero poder tenerte cerca y poder tocar tus orejas. Parecen suaves. Las miás no las enseño a menudo.
Nikki soltó su cola y él se acercó.
- Ahora puedes.
Ella tocó sus orejas. Eran suaves; muy suaves.
- Bien. Toma – dijo sacándose el collar.
Al sacárselo su pelo se volvió mas oscuro y le salieron mechas rojas. También tenia las orejas al descubierto y le costó esconderlas
- ¡Fiu! ¡Que monada tengo en frente! No me había dado cuenta.
Nikki se sonrojó.
- Vamos. Tu te vienes para mi casa. Algo me dice que no tienes donde quedarte. Vienes del pueblo nekko, ¿verdad?
- Si. De allí vengo. Me echaron el día en el que me salieron los colmillos como es fácil de comprender
- Te entiendo. Yo aunque mis padres son vampiros nací medio humana siempre me trataron diferente.
Llegaron a casa y el alucinó. La casa estaba cambiando para hacerle un hueco a él.
- ¡La casa se mueve! - dijo agarrándose a la pared.
- Si. Esta cambiando para hacerte sitio – dijo riéndose.
- ¡No! ¡No! De eso nada. Yo voy contigo.
- No puedes. Yo no duermo sola. ¡Fernando!El salió de la habitación.
- Bienvenida, ¿Quién es ese?
- Un vampiro semifelino – aclaró ella.
- Oyes. Deja de acoger a desconocidos.
- Ya. Pero esta sólito y yo le tengo que dejar mi collar.
- ¿Tú que?
- Mi collar. Siempre lo llevó al cuello pero no lo puedes ver. Gracias a él no tengo los colmillos tan afilados ni el pelo teñido y tampoco mis orejas. Sabes que en mi colegio no me dejan tenerlo así, por eso y para ocultar mi esencia cree el collar.
- Genial. – bufó el – Ahora no tenemos ni a tu hermana ni a tu gemela pero tenemos un gato.
El gatito se enfadó con él y por eso se pegó mas a Nikki.
La siguió a la cocina, al salón y casi hasta al baño.
- No. No. Me voy a duchar y como no eres un gato completo no puedes entrar conmigo. Además los hombres van por la derecha. Es un baño estilo japonés.
- Jo. Yo quiero ir contigo – se quejo él.
- Vete con Fernando.
- Que remedio. – replico él.
Nikki entro lentamente en la terma.
- Um. Que bien sienta.
Al otro lado estaban Fernando y el nekko.
- Nekko, ¿Como te llamas?
- Roberto. Soy el gato Roberto.
- Bonito nombre para un gato – dijo antes de dirigirse a Fernando - ¿Que tal os va por ahí?
- Bien – dijo con sarcasmo.
- Si no os lleváis bien, ¿voy a tener que ir ahí a calmaros o que?A Fernando y a Roberto se les subió la temperatura.
- Por mi bien – dijo Roberto.Nikki hizo desaparecer la pared y se acerco a ellos.
- Jo. Llevas bañador. No es justo – dijo Roberto.
- Uf. Menos mal – dijo Fernando.
- ¿Creías que iba a venir desnuda? - dijo mirando a Fernando.
- No. No. Que va – mintió él.
Ella se rió. Era gracioso ver como intentaba mentirle.
- Yo diría por tus reacciones que si – dijo ella metiéndole mano descaradamente.
Se la empezó a frotar y él ya no pudo aguantar sereno.
- Pa... ra por favor – suplico él.Roberto se quedo mirando hasta que no pudo más.
- Yo también quiero – dijo acercándose.Se acercó por detrás de ella y le metió mano también.Ella tampoco pudo aguantar serena.Roberto la estaba tocando con la cola. Era suave y mullidita.Fernando se enfado con él y con ella. É la tocaba y ella se dejaba tocar.
- ¡Parad! – les dijo a ambos.Nikki estaba demasiado... ejem... para moverse.Roberto no paró y ella no pudo quedarse callada.
- Lo siento. Sabes que me quedo sin fuerzas.
- Ya. No es justo que solo él te haga sentir así.Nikki estaba asombrada.Fernando la empezó a tocar y Nikki ya no podía más. Era demasiado placentero para poder soportarlo. Entre el calor y lo que estaban haciendo no podía mas. La sobrepasaba.Nikki se desmayó.
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